He estado estudiando, la carta que escribió el Apóstol Pablo a mis hermanos que un dia vivieron en Colosas, un pueblito a los pies del Monte Cadmio y el rio Meander en lo que es hoy Turquía.
Gente del medio oriente, cerca de Efesos y de la carretera que construyeron los romanos, yendo y viniendo en el diario vivir, envueltos en las prácticas religiosas de aquellos tiempos. Se dice que adoraban a los angeles, ademas de otros dioses o quizá su auscencia.
Pablo los describe como extraños, enemigos en su mente y dedicados a malas obras, en otras palabras viviendo alejados y ajenos a Dios, llenos de ira y haciendo el mal...
Sucedió un dia, que Epafras, un miembro de la comunidad colosense, escuchó el evangelio quiza a traves del Apóstol Pablo, y corriendo se fue con la noticia. Los colosenses, al escuchar la palabra de verdad -de acuerdo a la carta antes mencionada, la recibieron llenos de gozo por la esperanza que les estaba guardada en el cielo.
Aquí, la palabra en griego para esperanza es elpis, el culminación de todas las promesas ofrecidas en el evangelio.
Así, los queridos colosenses se llenaron de esperanza....
Con antipación, abrigaron este preciado deseo y mostraron confianza en la espera.
Años atrás, víctima de la deseperación (lo opuesto a la esperanza), me ví doblada de dolor y completamente derrotada en el piso de mi habitación. Esa noche recibí la esperanza de Cristo, esperanza que ha resistido los embates del tiempo, las durezas de la vida y sus incertidumbres.
Tiempos estos en donde la esperanza es barata, viene en todos los colores y tamaños nos hacen tranzar por lo primero que encontramos. Sinembargo, en medio del embrollo una sola es la esperanza capaz de sanar, restaurar y sostener el corazón de un ser humano.
Esta es la esperanza en la que creo al igual que los colosenses de aquel tiempo. Que muchos otros la encuentren entre las baratelas que nos ofrece el mundo y la mantengan hasta el final, en donde sólo una probará ser esperanza verdadera y todas las promesas dadas, cumplidas.
No comments:
Post a Comment